“No lo se”, sabias palabras
“No lo se”, palabras que hoy en día casi suenan a sacrilegio.
¿Cuántas veces en los últimos 30 días has pronunciado estas palabras?
¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo estas palabras y te has sentido aliviado?
El entrenamiento que recibimos por la sociedad en general nos empuja a controlar a todos los que nos rodean y todas las circunstancias externas que vivimos, y por supuesto esto incluye nuestro futuro.
Intentamos utilizar todos nuestros recursos para comprarnos un futuro perfecto. El hecho de reconocer que “no sabemos algo”, es como estar reconociendo que somos débiles o torpes.
Sin embargo estas palabras “no lo se”, son en si mismas una verdadera liberación.
El que sabe que no sabe esta preparado para aprender.
El que sabe que no sabe esta preparado para recibir.
El que sabe que no sabe esta entregándose al poder universal para recibir su perfección, su guía, su amor, su sabiduría y abundancia.
El que sabe que no sabe esta preparado para recibir milagros.
El que sabe que no sabe esta abriendo un universo de posibilidades, un mundo de puertas abiertas.
El que sabe que no sabe tiene la dicha de ser todo y no pertenecerle a nada.
Este es el fundamento para que la fuerza universal fluya a través de nosotros. La rendición de nuestras dudas y el afán de control que el miedo desencadena en nosotros. La rendición a nuestro poder interior, a esa semilla divina que todos llevamos dentro que encierra en si misma toda la sabiduría, el poder y el amor universal.
Cuando cambiamos nuestra atención de nuestras circunstancias externas a nuestro interior, también rendimos nuestra lógica, nuestras dudas y nuestros miedos a nuestro ser interno.
Os pongo el ejemplo de cuando una mujer esta embarazada y la preguntan si va a ser niño o niña. En los primeros meses la mujer no sabe el sexo de la criatura que va a tener, lo único que tiene importancia es que este sano y bien.
Es el mismo concepto que debemos de aplicar. No sabemos que va a pasar mañana y en realidad no es tan relevante como el hecho de que lo que llegue a nuestras vidas nos traiga paz, armonía y felicidad.
A veces nos empeñamos en tomar una ruta que aparentemente es la mejor, algo maravilloso, sin darnos cuenta que nuestro miedo, nuestra avaricia, nuestro afán de comprar ese futuro perfecto nos pueden estar haciendo ver una realidad equivocada.
Rendir nuestra lógica y nuestro miedos nos permite ver mas allá de la ilusoria realidad que percibe nuestra mente.
¿Qué es mejor un trabajo u otro? ¿Comenzar un negocio ahora o esperar?, Cualquiera que sea la decisión que estemos tomando esta bien reconocernos a nosotros mismos que no sabemos y rendir la mente y la lógica para que podamos ser guiados por esa fuerza universal que si sabe que es lo mejor para nosotros. En realidad un trabajo u otro, un negocio u otro no es lo verdaderamente importante.
Lo importante es que el paso que tomemos nos traiga paz, armonía y felicidad en nuestras vidas.
Desperdiciamos tanta energía y tanto tiempo intentando nadar contra corriente, sin darnos cuenta que la propia fuerza de la corriente nos llevara río abajo hasta donde debemos llegar sin lucha, sin sufrimiento. Solo tenemos que aprender a soltar nuestros miedos y entregarnos a esa corriente universal que siempre traerá a nuestras vidas paz, armonía, abundancia y felicidad.
No sigas luchando contra la corriente, entrégate y confía en el poder que reside dentro de ti, en quien tu eres de verdad, en esa parte de ti que “si sabe” puesto que es todo lo que necesita ser en cada momento de tu camino.
Sócrates dijo: “Solo sé que no sé nada.”