Mañana cambiaré mi Vida
Pero que bien nos viene pensar que siempre estará allí ese mañana en el podremos realizar todos los cambios que no queremos hacer hoy. Que podremos asumir todas esas responsabilidades que no queremos asumir hoy.
Las responsabilidades con nosotros mismos, las responsabilidades con todo lo relacionado con nuestros asuntos materiales y las responsabilidades con los que nos rodean.
Mañana comenzaré la dieta
Mañana comeré más saludable
Mañana me ocuparé de poner mis cuentas en orden
Mañana dedicare tiempo para trazar mis metas
Mañana haré las llamadas a mis clientes
Mañana dedicare más tiempo a mis hijos
Mañana me dedicare más tiempo a mi mismo, a meditar, a conocer quien soy y para donde voy
Mañana, mañana, mañana, mañana…….
Chispas que acaban en incendios
Cuando no asumimos nuestras responsabilidades hoy, automáticamente las estamos convirtiendo en lecciones. Lecciones que tarde o temprano tendremos que aprender y asumir, con el grado de sufrimiento que nosotros mismos decidamos.
Lo que hoy es tan solo una pequeña chispa, una responsabilidad que debemos manejar sin mayor trascendencia, mañana se habrá convertido en un pequeño incendio y a medida que dejemos pasar mas tiempo mayor será el incendio y mayor será el esfuerzo que nos tomara resolver lo que llego a nuestra vida como una simple responsabilidad y que nosotros hemos convertido en una lección.
Disciplina ¡Cuánto nos cuesta!
Disciplina es una palabra que conlleva una energía de acción. En algunas ocasiones esta acción consiste en hacer algo y en otras ocasiones esta acción consiste en no hacer algo.
La falta de disciplina es precisamente lo que nos lleva a apoyarnos en ese mañana, que nos lleva al infinito de la “no acción” y nos deja con un presente de simple reacción.
Y no es en realidad una carencia de disciplina, ya que todos contamos con esta herramienta, es mas bien el anquilosamiento de esta herramienta tan poderosa por falta de ejercitarla.
Generación Microondas
Nos hemos acostumbrado a la gratificación instantánea en todos los aspectos de nuestras vidas. Esperamos resultados inmediatos, todo rápido, todo instantáneo.
Ya no tenemos que arar el campo, plantar la semilla, regarla, cuidarla, mimarla, esperar a que germine, mirar al cielo y pedir por la lluvia y el sol que den vida a ese tallo que florece y dar gracias a Dios por ese tomate que después de dos meses de esfuerzo y espera nos estamos comiendo.
Ahora todo es mucho más fácil. Te subes en tu coche, te vas al supermercado esperando encontrar un sitio para aparcar en la misma puerta si es posible, compras los tomates, los llevas a casa y después te quejas porque saben a plástico.
Todas estas facilidades que nos ofrece la tecnología y en general la sociedad en la que vivimos nos ha llevado a ir perdiendo cada vez mas el hermoso y necesario habito de la disciplina.
Disciplina con nosotros mismos
Disciplina con nuestros asuntos materiales
Disciplina con nuestros pensamientos
Disciplina con nuestras emociones
Disciplina con nuestro crecimiento y desarrollo espiritual
Y de nada sirve todo lo que ya sabemos y todo lo que aprenderemos sino ejercitamos la disciplina de ponerlo en práctica en nuestras vidas HOY.
El ejercicio de la disciplina
Pongamos manos a la obra y comencemos como si de una tabla de ejercicio se tratase a ejercitar nuestra disciplina día a día, momento a momento.
Comienza esa dieta hoy
Pon esos documentos en orden hoy
Haz esa llamada que tienes pendiente desde hace tiempo hoy
Medita y dedícale tiempo a conocer quien tu eres hoy
Y da gracias por todo lo que tienes y todo lo que eres hoy.